lunes, julio 02, 2007

La sinrazón educativa franquista

El florido pensil (Andrés Sopeña) – Teatro La Latina : 30/06/2007 20 h
Dirección – Fernando Berués y Mireia Gabilondo.
Tanttaka Teatroa

Tenía curiosidad de ver la adaptación teatral del libro de Sopeña que tantas buenas tardes me dio tras no haberla podido ver hace diez años en su estreno. Me parecía muy complicado traspasar los problemas matemáticos absurdos y las oraciones diarias en escena.

De hecho la primera parte de la obra me pareció muy floja y es precisamente la parte en la que los vascos de Tanttaka tratan de copiar el libro. Falla, a mi modo de ver, la adaptación del texto cuando se trata de hacer de manera literal y empieza a remontar la obra en la segunda parte cuando lo que se quiere transmitir es el espíritu del absurdo que desprendía la educación franquista.

Ambientada en 1957, cinco adultos nos cuentan sus recuerdos de infancia alternándose personajes y actores en los papeles de alumnos y profesores. La obra esta compuesta a base de sketchs cortos representando las diversas asignaturas y situaciones de la escuela.

La obra alcanza el máximo grado de representación del sinsentido en tres sketchs: el cura que pretende replicas literales del catecismo mientras que los niños aplican la lógica racional al mismo (podríamos sentar a unos niños de hoy a entender la lógica del Arzobispado de Valencia y tendríamos el mismo surrealismo), el profesor de gimnasia fascista e invalido o, sobre todo, la visita del inspector falangista al colegio.

Si ya el libro nos ponía ante nuestras miserias históricas, la pieza teatral incluso deja más regusto amargo. La brutalidad de las diferencias sociales y el miedo en las familias asoman entre las risas que genera el texto y también Gabilondo y Berués arriman la obra al problema lingüístico (no en vano hay que cazar subvenciones del Cultura Saila).

El florido pénsil es una representación muy amena, mas en los dos tercios finales que en el inicial, que ayudará a comprender un poco más el país al sur de los Pirineos, el atrezzo es muy logrado según los comentarios de los que habían tenido la desgracia de vivir escuelas similares con rostros fascistas y cruces en la pared y el dinamismo en escena supera con notas la limitación de un aula escolar.

Los siete actores (para cinco niños y varios adultos) están a buen nivel, destacando a mi entender José Ramón Soroiz en su papel de Artola y Dias de Rada en el de Jáuregui.

Dos horas de inmersión en el desatino muy divertidas.

No hay comentarios: