domingo, julio 16, 2006

Reflexiones dominicales

Leemos hoy en EL PAIS una frase de un abogado de la Navy americana, Charles Swift: "Si nuestros adversarios nos obligan a no seguir las reglas, perdemos lo que somos. Somos los buenos; seguimos las normas. Los malos son aquellos contra los que peleamos. Y lo demostramos cada día que seguimos esas normas, independientemente de lo que ellos hagan. Eso es lo que nos diferencia, lo que nos hace grandes y lo que nos hace invencibles" (El idealista que derrotó a Bush)

Fuera del maniqueismo de la retórica de buenos y malos absolutos, si que estoy de acuerdo en que la diferencia entre la civilización y la barbarie es justamente el respeto de una normas que nos damos todos...

En páginas anteriores del mismo periódico nos sumergimos en el absoluto desprecio de las leyes internacionales por parte de un país que firma convenios sin ninguna voluntad de respetarlos: Israel con el beneplácito del Gobierno del país del señor Swift ataca deliberadamente a poblaciones civiles, destruye infraestracturas civiles, aisla pueblo enteros y priva a poblaciones de los recursos básicos..

Si seguimos la lógica de Swift, Israel hace tiempo que está en el campo de los malos, ¿no?