Sin embargo Fred Cavazza ha publicado una nota aclaratoria de
¿A quien creer? Up to you man
"Esto es el final; cualquier día caerá Barcelona. Para los estrategas, para los políticos, para los historiadores, todo está claro: hemos perdido la guerra. Pero humanamente, no estoy tan seguro... Quizá la hemos ganado" Antonio Machado
Sin embargo Fred Cavazza ha publicado una nota aclaratoria de
¿A quien creer? Up to you man
Dos libros he leído últimamente, ambos ambientados en la segunda guerra mundial, ambos escritos por judíos de origen ruso y ambos autores gente notable con una capacidad de resistencia ante situaciones críticas que les haces especiales.
Suite francesa – Irene Nemirovsky – la epopeya del manuscrito que origina el libro ya constituye un fantástica historia en si misma. La autora había conseguido un cierto renombre en el Paris literario de la preguerra y vivio la ocupación de Paris con un cierto desapego marchándose a la campagne francesa cuando esto ocurrió.
Las fuerzas del orden sumisas de Vichy embarcaron primero a Irene y posteriormente a su marido en los trenes hacia Auschwitz (ahora gracias a los gemelos idiotas llamado Campo de Concentración y Exterminio Nazi Alemán de Auschwitz-Birkenau) donde fueron asesinados.
Antes de marchar escondieron a sus hijas con su asistente que las hizo pasar por sus hijas durante toda la guerra, escondiéndolas en diversos sitios (en un colegio de monjas de donde fueron expulsadas y puestas en evidencia por las siempre piadosas fuerzas del catolicismo militante por ejemplo) y jugándose la vida en las supervivencia de las hermanas Epstein.
Las hermanas llevaron consigo durante todas sus peripecias el manuscrito inacabado de Suite Francesa, que quedo en el olvido hasta 1975 y no seria publicado hasta 2004.
El libro nos muestra dos de las cinco partes programadas por Nemirovsky antes de que el águila nazi disfrazada de gendarme petainista se cruzara en su camino. La segunda parte, “Dolce”, es más floja que la primera y es más visible en ella que la obra se encuentra inacabada y sin revisión.
“Tempestad en junio”, la primera parte es descorazonadora, siguiendo a varios personajes en la huida de Paris nos pone frente a la miseria humana en tiempos difíciles, el hombre de vuelta a las cavernas, la lucha por el mendrugo de pan o por cosas más banales. Nadie se salva en la descripción de Nemirovsky, si acaso una pareja de clase media que mantiene la dignidad gracias a su complicidad de pareja. La clase alta ruin y despreciativa atropella a los desheredados, pero en esas circunstancias la clase obrera es menos dócil y responde con violencia brutal.
Todos nos hemos metidos mentalmente alguna vez en la piel de nosotros mismos en una situación de guerra, una situación extrema que nos desvele a nosotros mismos como somos realmente, si somos el hijoputa retorcido que de vez en cuando asoma en nuestra vida actual o el tipo bien que creemos que somos en la mayoría de los casos. Tras leer Suite Francesa nos encontramos más cerca de contestar que el demonio podría sobre el angelito por incomparecencia del segundo.
Vassili Grossman- Carnets de Guerra, de Moscu a Berlin 1941-1945, Anthny Beevor
El recorrido del enclenque escritor judio ucraniano por
El golpe de perder a su madre en la invasión alemana de Ucrania empujo a Grossmann apresentarse voluntario como corresponsal de guerra. Grossman se encontró en el frente derrotado, y no duda en criticar la imprevisión y el desconcierto de una guerra que el juzgaba inevitable. Este tipo de criticas junto al “amor” por los judíos de Stalin le hacia blanco predilecto de
Grossman se encontró cercado por los alemanes junto al 32 ejército de infantería soviético, vivió las derrotas sucesivas y cuenta con precisión la desesperanza combativa del pueblo ruso. Curioso es ver el contraste de la determinación combativa del pueblo ruso frente a la descripción de Nemirovsky del fatalismo francés.
En todos sus artículos, lo que destaca de Grossmann es su aproximación al pueblo, la descripción de personajes circunstanciales en la guerra (una anciana que conserva sus patatas, un caballo malherido, una pelea de niños borrachos..) al parecer este enfoque distinto de la guerra junto a su valor en la batalla, le convirtió en un periodista querido por los soldados aunque temido por las autoridades irracionales de
La contraofensiva rusa y las esperanzas que despierta, como se pasa de estar hundidos a la euforia y de nuevo a situaciones críticas con la ofensiva del Caucaso y las batallas en torno a Stalingrado. En esta ciudad pasa Grossmann mucho tiempo, y contribuye a la fama de Vassili Zaitsev, el tirador que devolvió la esperanza al pueblo ruso y a dar publicidad al enfrentamiento que mantuvo con el mayor Koning que sirvió de base a la película de Jean-Jacques Annaud, Stalingrad.
Todo ello parándose muy poco en las batallas, solo cuadros fijos de personas en guerra. Como en el libro de Nemirovski, lo central en Grossman no es la guerra sino las gentes en tiempo de guerra.
Lech o Jaroslaw, Jaroslaw o Lech, tan cretino uno como servil el otro. Contemplando su foto ya se puede predecir el aire ratonil, de matón de media estopa, de frustrado sexual y castrado mental que presentan estos individuos.
Su comportamiento en la cumbre europea de la semana que viene (casualmente el mismo que el de Aznar en Niza, misma tipología humana) es el del ventajista, aquel que sabe que todo el mundo esta obligado a llegar a un acuerdo y que se aprovecha sometiendo a todos a su dictado dictatorial en defensa de unos supuestos intereses que su propia población no comparte según muestran las encuestas.
Ahora han salido con una cláusula de moralidad, esa moralidad chabacana y mariana, ser más papista que el papa y dar lecciones desde púlpitos inventados. Al son del tambor de una radio fanática han prohibido el top-less en las playas, quieren educar a sus niños en el odio al homosexual y quieren limitar cualquier asomo de conciencia civil no lastrada por el catolicismo.
Lo grave del tema es que desde
Todavía queda la cumbre de Lisboa para poner fin a tal disparate, e incluso seria ya el momento de empezar a apostar decididamente por una Europa de dos, tres o quince velocidades si es necesario donde los verdaderos europeos y humanistas podamos avanzar sin dictadores que vayan frenando la integración en una unica estructura politica.
La pregunta es ¿porque se suprimió la adhesión de Austria cuando cierto partido de tonalidad siniestra participo en el poder y no se hace lo mismo con gente que ataca a los derechos fundamentales de manera tan grave? .
6 soldados españoles han sido asesinados en Líbano estando en misión de paz en dicho país. 3 de ellos eran de origen colombiano y ocupan las plazas que los españoles no quieren ocupar, una vez más.
Cada vez que hay un hecho de este tipo, los partidos políticos (los mismos que votan a favor de la misión) se tiran los trastos a la cabeza y utilizan los cuerpos calientes como balas de artillería. La sociedad también hace un ejercicio de hipocresía notable y se lleva las manos a la cabeza, “ ¿como es posible que en una misión de paz se nos mueran nuestros chicos?”, señores a las misiones de paz se suele ir porque hay que poner paz entre partes que no se encuentran en buenos términos, siempre conlleva riesgos intentar calmar a dos guerreros. Cualquier niño sabe que hay que tener cuidado en el recreo cuando se intenta calmar a dos que se quieren pegar porque el pacificador se suele llevar la peor parte.
Este riesgo es el que hace que los soldados en dichas misiones sean bien pagados y hay que dejar de vivir en esta sociedad que esconde los riesgos. Cuando un país se ofrece a poner paz en territorio ajeno debe explicar a sus ciudadanos que algunos de los que allí vayan se dejaran la vida allí.
El debate sobre los inhibidores me parece estéril, hay que exigir al Gobierno que haga lo máximo para asegurar las vidas de sus soldados, pero justamente porque son soldados el riesgo cero no existirá nunca.
Reseñable es que la mitad de los fallecidos sean emigrantes. Hace unas semanas me encontraba en un avión entre Ibiza y Barcelona donde se encontraban unos 40 escolares que volvían de viaje de fin de curso. Estuve todo el viaje fijándome en ellos porque más de la mitad de ellos eran de origen extranjero y aun me sigue sorprendiendo el cambio de población en España en los 5 anos que yo he estado fuera. Me encanto ver como esos chavales interactuaban entre ellos, de manera natural, sin ningún tipo de grupitos, me felicité a mi mismo porque igual no se están haciendo las cosas tan mal en España en la integración de extranjeros. No tenia yo mucha confianza en la acogida de los españoles a los inmigrantes y además la natural propensión española al “bravuconismo”, a la broma sobre los otros, al desprecio de lo desconocido me hacían desconfiar aun mas. Nos queda superar la prueba de una crisis económica y sus efectos sobre la convivencia pero de momento, repito, igual no se están haciendo tan mal las cosas ni los españoles somos tan xenófobos….