Rodríguez Zapatero ha dado sobradas muestras de incapacidad diplomática, una vez más el presidente del Gobierno español ha antepuesto sus deseos y su ideología a sus obligaciones como representante máximo de todos los españoles.
El problema es que se acumulan estos hechos y se echa por tierra el trabajo del cuerpo diplomático del país.
Siendo miembro de la oposición ya decidió no levantarse al paso de la bandera de un país en actitud pueril, seguramente entonces se hizo un cálculo mezquino de los votos que podría atraer esta actitud ante la guerra ilegal que el Gobierno de ese país (que no todos sus ciudadanos) había emprendido. Veleidades opositoras..
Lo grave es que una vez en el Gobierno, no ha aparecido el hombre de Estado que debería existir detras de todo presidente del Gobierno. Desde expresar públicamente sus deseos para las elecciones de uno de los mayores socios del país, hata la última estupidez de colocarse una bandera de un nuevo estado, mientras la zona donde se encuentra se apresta a lo peor...
No sólo las estupideces de este tipo son intrinsecamente malas para España sino que además da armas a los iluminados del otro lado para criticar toda la política exterior del país que no tiene la culpa de carecer de un guía competente.
