jueves, agosto 23, 2007

Política estival

No para la marejada política con los calores y menos en un verano tan extraño como este.

En el partido de la oposición tenemos a Gallardón que no deja pasar una oportunidad para mostrar la cabeza y decir públicamente que quiere ser presidente del Gobierno. Lo de ser diputado no es otra cosas sino eso, un pasaje para la liga de campeones. Los actuales gestores del partido que tienen entre sus garras a un Rajoy que parece cada vez pintar menos, salen al paso y dejan claro que Gallardón dentro de su partido tiene pocos amigos notables. Mientras tanto hay rumores que apuntan que rato será el candidato a presidente del Gobierno y se repartirá los papeles con Rajoy que se quedara de líder del partido (curioso líder va ser, todo sea dicho, cuando le mueven la silla sin disimulo).

A mi personalmente Gallardón me parece el típico tipo repelente que cae mal a sus amigos y hasta a aquellos a los que hace la pelota, pero es cierto que es mas listo que la mayoría de los que le cierran el paso en el PP y tiene apoyos económico-sociales importantes. Eso si lo de la duplicidad de puestos en política como en Francia, donde tal ejercicio alcanza limites inimaginables, me parece deleznable y resta crédito a la política que un señor pueda ser a la vez alcalde de una ciudad de primer orden y diputado al mismo tiempo, ¿a que le dedica su atención? ¿Merece Madrid tener un alcalde o un diputado a tiempo parcial? ¿Tan fácil es ser lo uno o lo otro que lo puedo hacer part-time?

En el PSOE, hay calma chica tras el ridículo navarro y agosto ha pasado entre unos que empujan a que se adelanten las elecciones y otros que prefieren ganar tiempo y tratar de ganar puntos en los meses que quedan hasta marzo de 2008. Lo de Gobernar al parecer se deja para más tarde o para que lo hagan otros y uno se pregunta si se puede permitir España que durante tantos meses la atención de sus gobernantes este puesta en otro sitio que no sea en mejorar la vida de los ciudadanos.

Mientras tanto los nacionalismos periféricos han sufrido un verano de enfrentamientos larvados que van a resurgir una vez terminada la pausa estival. En Cataluña tenemos dos batallas en ciernes, la de Duran contra Mas que promete muchos episodios tras el cierre en falso que le han dado ambos contendientes y la no menos interesante en ERC entre Puigcercos y Carod. De lo que salga de estas batallas van a estar muy pendientes en Ferraz y Genova ya que les va un trozo de Gobierno en ello.

En el País Vasco las armas se han ido cargando este verano y de aquí a octubre vamos a ver intensos duelos, por un lado tenemos la mejor cara que ha tenido el PNV desde que yo tengo uso de razón: la que dan Imaz o Ezkuna con el apoyo del PNV de Vizcaya prácticamente asegurado y luego los hijos de las piedras en el otro: Egibar el racista, Ibarretxe el lelo y el pater Arzalluz que ya se encargó el domingo en entrevista en EL PAIS del domingo en dejar claro que su paso a la jubilación no le han hecho mas sabio y que sigue siendo el mismo ser lleno de rencores y traumas infantiles y sumido en la estulticia absoluta. De juzgado de guardia la frase “yo hasta entonces creía que ETA no mentía, entre vascos, quizá sea un cierto orgullo que tenemos de no mentir y de atenernos al pacto”; Uno no sabe si es mas necio por pensar que ETA no miente o por situar a los vascos como pueblo por encima de la mentira, que tipejo.

En el caso del PNV más nos vale que los vencedores de la batalla, el final de la guerra es invisible en el horizonte, sean las tesis de Imaz y cia. porque como un tipo como Egibar (o sus visiones) salga victoriosos nos podemos ir preparando para un recital de despropósitos sin fin.

Se presenta interesante la rentrée…

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