La semana pasada pase una tarde por un barrio en el que no me prodigo últimamente y que era una de mis preferidos en mis primeros años en Paris.
Comenzamos la velada en un bar de esquina, literalmente en la confluencia entre bvd de Charonne et Alexandre Dumas, tranquilo con una música electro-jazz muy a la moda y branché, con precios bastante populares (2 cervezas 4€) sin tener que abusar de la hora feliz. El bar propone platos a mediodía pero solo charcutería y quesos en la noche y por ello tuvimos que emigrar a mejores parajes cuando el hambre apretó. Le rétro café (51 Bd de Charonne, 75011 Paris) propone también espectáculos y conciertos y ese mismo día de marras cuando pase por delante al volver estaba petado de gente con un DJ ejecutando su set y gente pasándolo bastante bien en ambiente agradable.
A cenar fuimos al Piston Pelican (15, rue Bagnolet, 75020 Paris), un bar muy interesante para horas más tardías pero no para cenar. La carta es muy escasa, así como las raciones, este día habían agotado las crèpes y no quedo más remedio que pasar a la ensalada, para gozo de mi conciencia glotona. La ensalada no estuvo mal pero muy escasa y hubo que tirar de pan para callar al hambre (lo que no favoreció la anteriormente mencionada conciencia aunque si calmó el hambre).
Había estado anteriormente en el bar a altas horas de la mañana y el ambiente en este bar de maderas visibles y decoración cargada, era bizarro pero atractivo, gente de todo tipo, facilidad para entablar conversación y muchas risas….de lo que se trata en definitiva en la noche…recomendables sus caipirinhas de gustos variados pero no se os ocurra ir antes de la hora en que el día de paso a otro día, además si me hacéis caso igual encontrais un concierto que os alegra la noche
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