viernes, agosto 03, 2007

Dos fotos, dos uniformes políticos

El viernes pasado vi en la portada de EL PAIS la foto de cuatro ancianos vestidos de un ridículo verde oliva plagado de condecoraciones de dudoso mérito. Solo reconocí a primera vista a Raúl Castro y el pie de foto me dijo que los otros tres era: Guillermo García Frías, Ramiro Valdés y Juan Almeida, comandantes de la revolución de 1959.



Las caras adustas y las barrigas relucientes (excepto en el acaso de Almeida, lo que me hace pensar sin base alguna que quizás sea el mas honesto del grupo) de gente que vive bien en un país donde la mayoría no vive tan bien.

Raúl Castro enuncio los problemas del país con bastante tino en su discurso de celebración del asalto al cuartel de Moncada: alimentación escasa, transporte caótico, vivienda deficiente e ineficiencia de los medios de producción. Una vez hecho un análisis acertado, uno esperaría que el Gobernante, que lo ha sido durante casi 50 años Le diga a la concurrencia “Señores, no ha podido ser, me declaro incompetente”. Sin sorpresa alguna lo que se oyó tras el análisis no fue autocrítica sino la retahíla habitual de excusas con la que nos suelen obsequiar los usurpadores de la voluntad en el mundo de la irresponsabilidad que diría Javier Marias.

Unas páginas más tarde me encontré con otra foto. Dos políticos alaveses parecen a punto de embarcarse en un apasionado beso (la foto que reproduzco aquí no es la misma que la de EL PAIS, no encontré la segunda). El pie de foto indica que se trata de Ramón Rabanera y Xabier Agirre, ex diputado general de Álava y sucesor del primero respectivamente. El verde oliva da paso a traje azul, camisa blanca y corbata oscura y la insufrible insignia en la solapa para remarcar la adscripción a algo en lo que se suele creer poco. La misma vestimenta se repite en los personajes del fondo de la foto.



Lejos de mi intención comparar los políticos alaveses con la plutocracia cubana. Simplemente me preguntaba tras ver ambas si para tener un papel en la política de un país cualquiera hace falta siempre un uniforme y que querrá decir esto. Probablemente una parida de la parte izquierda de mi cerebro…

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