José Blanco ha ganado la batalla, UPN gobernara en Navarra contra la opinión de la mayoría de los navarros que deseaban otro partido en el Gobierno. La imposición de la ejecutiva federal es fruto del caciquismo que ha implantado Blanco en el partido como ya pudimos ver en la ausencia de primarias para elegir a los candidatos para las elecciones del pasado mayo.
José Blanco es el típico tipo mediocre que se ha encontrado de casualidad en un lugar insospechado al que sus capacidades nunca le hubieran llevado. Incapaz e intelectualmente nulo vive con miedo a que se descubra su farsa y el terror a sus propia incompetencia le lleva a imponer su pensamiento con métodos que poco tienen que ver con las creencias democráticas que serian deseables en un partido de izquierdas.
Las preguntas que yo me planteo son: ¿por qué negociar con NaBai durante meses cuando se sabía que no se iba a pactar con ellos en ningún caso? ¿Nadie pudo pensar antes de empezar a negociar que la imagen que se iba a dar iba a ser penosa e iba a meter al partido en una situación en la que ninguna posición es ganadora? ¿Tan malos son los analistas de medio pelo de Ferraz?
Metidos en la situación donde nos ha llevado José Blanco, lo mejor seria convocar a los militantes navarros a una votación en las asambleas y que decidan que hay que hacer. Tengo la sensación que igual hubieran acordado no gobernar con NaBai y nos libraríamos de la imagen del estalinista Blanco imponiendo a su antojo….pero claro, para optar por una solución así hay que tener unas convicciones democráticas de las que el gallego carece.
Ahora bien si el PSN acepta y traga, mal hecho, habrá que aguantar hasta el final de la legislatura y dejar a Sanz gobernar y a NaBai hacer oposición mientras el PSN desaparecerá de la escena y lo pagara en las urnas. Si el limitado intelecto del secretario de organización ha creído que lo que hay que hacer es dejar pasar el temporal y envolverse en la bandera española de aquí a marzo con Pepes Bonos y similares para una vez pasada la elección montar una moción de censura y derribar al Gobierno de Sanz se equivoca doblemente: por un lado dejara a NaBai en una posición dominante para negociar lo que ahora no obtendrían y por otro lado se sembrara la imagen en toda España de que el PSOE es un partido falsamente españolista.
Al mismo tiempo, Felipe González, el mejor presidente que ha tenido este país en su historia como bien se encargara de decir la historia ha envió dos recaditos a Zapatero en su blanda entrevista de ayer en EL PAIS (penoso enviar a la periodista mas amiga de González a hacerle una entrevista, el entreguismo de PRISA esta alcanzado cotas difícilmente pensables). Le reprocha debilidad ante Maragall para afrontar un estatuto excesivamente reglamentista (“que no se hubiera atrevido a presentarme a mi”) y le acusa de no tener un plan B frente a ETA en las negociaciones de 2006 y afrontar la negociación con la inocencia de un niño y no de un estadista no (“se creyó lo que no se podía creer”). En definitiva el mensaje del ex presidente a su sucesor es “estamos contigo porque los del otro lado son muy malos pero no porque te queramos mucho” que es exactamente el mismo sentimiento de la mayoría de socialistas del país a mi juicio.
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