miércoles, agosto 08, 2007

El desastre catalán


Los ciudadanos catalanes llevan un tiempo mostrando su divorcio de la clase política que les “representa”.

Tras ardorosos y largos debates sobre el Estatut entre la clase política, menos de la mitad de los catalanes se presentaron en las urnas para decir esta boca es mía. Posteriormente llegaron las elecciones anticipadas del 1 de Noviembre de 2006 y sólo el 56% votó. En la capital catalana el pasado 27-M, también la mitad de los convocados a las urnas decidió “pasar” de las propuestas de sus políticos.

La perseverancia en darle la espalda a la clase política no es únicamente catalana, pero si que coincide en esta parte del país con una clara mala gestión de las diversas instituciones implicadas. El desastre gestor se ha puesto de manifiesto crudamente este verano con los cortes recurrentes de la electricidad en la provincia de Barcelona, los problemas de la red de ferrocarriles de cercanía que se suman al hundimiento del Metro en el Carmel o la convivencia constante con un aeropuerto que no esta a la altura de la segunda ciudad con mas pernoctaciones de turistas en Europa tras Paris (la ultima vez que tuve la desgracia de pasar por este aeropuerto vi dos cosas que nunca había experimentado: las maletas de mi avión fueron entregadas en dos cintas distintas creándose un caos absoluto entre los pasajeros que corríamos de una cinta a otra sin saber en cual de ellas dispondríamos de nuestro equipaje, por si fuera poco en una de la cinta se acumulaba un volumen de maletas tal que formaban torres de tres maletas cayéndose constantemente a ambos lados de la cinta)

Las culpas cada uno las pone donde quiere y ahora es mucho más fácil ser oposición que nunca en Cataluña. Es seguro que el tripartito con sus absurdas luchas identitarias y choques constantes entre sus componentes durante la primera legislatura y egos muy subidos de sus principales lideres no ha hecho un papel muy brillante en estos casi cuatro años al frente de los catalanes. Pero no ha sido una cuestión de los últimos cuatro años que el servicio de los transportes públicos se encuentre en un estado tan penoso. Yo viví en Barcelona en 1999 y ya entonces el transporte público era insuficiente para la ciudad con lo cual CiU debería sentirse mas implicada en el desastre de lo que parece y, por otro lado, es evidente que el esfuerzo inversor en Cataluña por parte del Estado sufrió un parón considerable durante la legislatura de mayoría absoluta popular como para que Soraya Sáenz de Santamaría, la nueva niña pija mona del PP, se nos ponga a dar lecciones.

En todo caso, lo que si parece evidente es que Cataluña, y Barcelona en particular, esta perdiendo un tren entre disputas absurdas sobre doblaje de películas, selecciones nacionales o ganas de legislar por doquier que son muy ajenas a los verdaderos problemas de unos ciudadanos que están hartos de sus políticos y quieren unos cuantos años de gestión callada y eficiente, parecía que justo eso era lo que podía ofrecer Montilla pero no se sabe si por mala suerte o incapacidad su primer verano en la plaza de Saint Jaume le ha dejado a los pies de los caballos…

3 comentarios:

lluïsa dijo...

Las luchas identitarias en Catalunya nos han servido para progresar. Cuando éstas no han estado encima de la mesa, como ahor con Montilla de jefe, se ha demostrado que, sin ellas no se gestiona mejor el país. Que Catalunya tenga más autogobierno lleva ímplicita la idea de mayor y mejor gestión de los recursos. El nacionalismo catalán ha significado progreso para Catalunya cuando éste no ha estado en manos de la izquierda, como es el caso actual o como lo fue durante la II República, donde ERC demostró con creces que lo suyo no es gobernar, tan sólo saben llevar pancartas. De tu escrito se deduce que la falta de inversiones en Catalunya, con los sucesivos desastres acaecidos estos días, se deben en gran parte al nacionalismo catalán. Increíble. Que el Estado invierta lo que nos corresponde o que nos deje a nuestro aire. Entonces, la culpa sí será sólo nuestra.

MGR dijo...

Lluisa,

Yo creo que Catalunya tiene y ha tenido los recursos suficientes como para que estos desastres no se hubieran producido. Parte de ellos será culpa del Gobierno Central y de empresas privadas pero una gran parte es de las instituciones catalanas. Si Madrid tiene un metro de primera es porque Gallardón se ha empeñado (con una deuda para Madrid que ya se pagará y cuando haya alternancia nos enteraramos, pero eso es otra cosa)y si en Barcelona el metro es deficiente alguien alli tendra la culpa

lluïsa dijo...

Miguel,
La falta de inversiones en Catalunya es estructural e histórica, reconocida en privado por el propio Felipe González. Me gustaría que se publicaran las balanzas fiscales para dar cuenta de ello. Que el AVE no haya llegado a BCN todavía, que El Prat esté como esté, la autovía sin terminar (20 años de obras)...todo es lamentable. En fin...Sólo nos faltaba la visita del Tío Pepe (Zapatero) sin acercarse a las zonas afectadas. Y no entiendo porque los socialistas siguen achacando todos los males del mundo a CIU, ahora gobiernan ellos en el Gobierno Central, las cuatro capitales, las cuatro Diputaciones, la Generalitat...que asuman lo suyo, creo. Saludos!