jueves, julio 12, 2007

Maricón el último

Tu quoque, Brute, filii mei!

Que Sarkozy no es tonto es algo que era notorio, pero sin duda su estrategia de acoso y derribo al partido socialista que está ejecutando con la precisión de un cirujano nos lo ha vuelto a recordar.

Con el reclamo del olor a poder que va exhibiendo públicamente a cuanto socialista se le cruza en el camino, Sarkozy ha puesto en evidencia algo que era el fin ultimo de tanta generosidad: los socialistas franceses se pirran por figurar al lado del poderoso.

Sarzkozy ha debido ver el capitulo 20 de la séptima temporada de la magnifica The West Wing (a la que algún día le rendiré humilde y agradecido tributo en este blog), aquel en el que Matt Santos le ofrece a Vinick su oponente en las elecciones el cargo de Secretario de Estado dejando al publico y a su propio equipo asombrados de la inteligencia del nuevo presidente.

Empezando con el reclutamiento de Kouchner como ministro des affaires étrangers, de Jean-Marie Bockel como secretario de estado de cooperación y la francofonía y de Eric Besson como secretaria de Estado para el primer ministro, Sarkozy ya había lanzado la piedra en las, ya de por si turbulentas aguas del socialismo francés.

La dimisión de Jack Lang tras haber aceptado el ofrecimiento del presidente de participar en la comisión sobre la reforma de las instituciones, deja aun mas tocado al PS.

Pero lo que si que ha hecho daño es la jugada maestra de enviar al retiro dorado del FMI al principal político del PS actual, Dominique Strauss-Kahn. Entiendo que los honores de jefe de Estado son apetitosos, entiendo que para un antiguo ministro de Economía muy capaz, el puesto de primer economista del planeta sea lustroso y entiendo que ser vencido en las primarias por una incompetente desanima a cualquiera. Pero es inaceptable que DSK acepte un nombramiento trampa como este. Nos debe la negativa a los que apoyamos su campana en las primarias, a aquellos que hemos empezado a organizar su candidatura para la primera secretaria, también se lo debe a todos los franceses de centro que han votado Sarkozy como mal menor ante la nulidad de Segolene Royal, y sobre todo que sabemos que DSK hubiera vencido en una segunda vuelta el 6 de mayo.

Sarkozy también es consciente de ello y ha decidido no correr el riesgo de que el PS pudiera enderezarse bajo la batuta de DSK y pudiera hacer verdadera oposición de aquí al 2012 y una opción de vencer en las urnas en dicha fecha.

Además deja en mal papel a todos aquellos que pensamos que la política es algo noble, el penoso espectáculo de los políticos socialistas corriendo tras cualquier puesto que se les ofrezca e incluso proponiéndose sin vergüenza alguna para los mismos. Con estos movimientos se da la razón a aquellos que predican que los políticos son todos iguales y que da igual unos que otros.

Triste consuelo es ver que tampoco parece que en UMP todo el mundo este contento con el nuevo estilo de la presidencia y la cacareada apertura hacia la izquierda.

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