Lleva el PS desde el 6 de mayo un tiempo déboussolé (sin brújula).
Por un lado la victoria aplastante de Sarkozy, seguida de la de la UMP y las acciones relámpago del nuevo presidente (reforma de servicios mínimos, de la educación, de tasación, etc…) junto a la apertura de puestos hacia la izquierda y el comienzo de la campana por las municipales antes de tiempo y pillando con el pie cambiado a todos del presidente a inicios de la semana.
Por otro, el propio desconcierto con gente corriendo hacia puestos ofrecidos por la derecha, líos de cama, batalla abierta por la primera secretaria y sobre todo poco arsenal para afectar desde la oposición a la acción del Gobierno Fillon (¿o habría que decir Sarkozy?).
El caso es que no se ha visto en los últimos tiempos ni una sola critica razonable, ni un asomo de estrategia opositora, ni un vestigio de defensa de ideas…..hoy leo la primera iniciativa que puede empezar a complicar las cosas a Sarkozy y que presenta una lógica aplastante detrás.
Sarkozy no es un presidente al uso, algo de lo que se vanagloria todos los días, y ha dejado la figura representativa y unitaria a un lado para dirigir en vivo y en directo la acción gubernamental en todos los ámbitos. De ello se puede deducir que la regla que rige la presencia en televisión de los diferentes actores políticos (llamada regla de 3 tercios según la cual la presencia en televisión debe repartirse entre el partido mayoritario en Francia, la oposición y el Gobierno dejando la figura del presidente fuera de este acuerdo) debe regularse de una manera distinta.
Sarkozy no es Chirac. Si bien el ya el ahora semi-procesado exPresidente no tenía una figura equivalente a la del Juan Carlos I en España y no se mantenía al margen del juego político se podía seguir jugando a la fantasía de que el Presidente representa a todos los franceses y no se implica en el Gobierno cotidiano.
Ahora con Sarkozy esta fantasía es insostenible ya que el mismo dice que “Sarkozy dispone y Fillon simplemente ejecuta”, habrá que contar su presencia en los medios dentro del tercio correspondiente al Gobierno. Sobre todo teniendo en cuenta que ocupa un espacio considerable en los mismo y deja poco margen para los 3 tercios “reales”.
De ahí que la iniciativa del diputado socialista Didier Mathus para que el Consejo Superior Audiovisual (CSA), que vela por la justa competencia de las ideas políticas en el espacio mediático, sea pertinente y muy adecuada.
Ahora a esperar la respuesta del CSA….
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